Diálogo Interno

hola... estás ahí?

no, creo que no;

en realidad sí estoy, pero me fuí.

querés que hablemos? conversar de algo,
cualquier cosa, pasar el rato...

mmm... no, la verdad que no.
preferiría, sinceramente, no escucharte esta noche.

bueno; no era la respuesta que quería oír,
pero te entiendo si es así.

no, no creo que entiendas,
y es lógico que no sea la respuesta que esperabas;

pero hoy no,
dejémoslo para otro momento.

está bien; tampoco te pongás así.
solo quería saber de vos...

saber de mi?
mirá vos, por qué me cuesta tanto creerte?

te cuesta porque descrees de todo,

pero bueno, así te manejás... con esa

supuesta "prevención"

ahí vamos, menos mal que te dije que

hoy no quería escucharte.

te pido un favor, dejá de recriminar cosas, dale?!

dale! y vos, a cambio, dejá de

replantearte todo, si?!

listo.

entonces, tenemos una tregua.

ahora, me puedo ir a descansar en paz?!

descansá nomás,

mañana empieza un nuevo día...

si si, y la verdad, 

espero que empiece bien lejos tuyo...

Madrugada

Madrugada... y sigo sin dormir,

Esta noche, como otras, me está jugando una mala pasada;

pero no puedo odiarla, porque es buena compañía para mis sentimientos.

Se suman unos mates, siempre amargos,

y un cenicero lleno de cigarrillos agónicos y nerviosos sin terminar.

El tiempo sigue corriendo,

y no puedo dejar de pensarte,

nada puede borrarme tu imagen,

ni siquiera apartarla un instante aunque sea, para poder cerrar los ojos y descansar.

Puedo sentir el calor de tu cuerpo,

y tu respiración, al lado mío,

como si fuera un susurro, un secreto

que me brinda la paz que ahora necesito.

Esta noche, mi noche... es solo tuya